Ana Layevska : “Ser mamá es resolver las cosas en el momento”
La actriz, protagonista de la serie Guerra de vecinos y de la obra Ugo, Pako y Joseluiz, compartió que la maternidad es como tener una extensión de tu cuerpo.
Ana Layevska, la protagonista de series como Guerra de vecinos, es mamá de Masha, de cinco años, y de Santiago, de tres.
A pesar de la exigencia de la maternidad y de la actuación, la actriz ha sabido tener un balance entre ambos roles, pero es acerca del primero que compartió sus experiencias.
A cualquier mujer le cambia la maternidad y, hasta cierto punto, a algún hombre también. Nos cambia profundamente el ser padres. El impacto es algo que perdura a lo largo de muchos años. No es una cuestión de que te cambió la vida y al día siguiente ya estás acostumbrado, no, no, no. Es algo que te va cambiando a lo largo de los años y te va cayendo el veinte poco a poco. Conforme pasan los años, te vas adaptando a ese cambio.
Ser mamá es resolver las cosas en el momento, estar presente en el aquí y en el ahora constantemente; es adaptarte, amar, partirte en diez, no dormir, llorar, disfrutar… es un cúmulo de cosas; es una vida más, una extensión más”, compartió Ana Layevska a Excélsior.
La actriz de origen ucraniano y quien radica y ha hecho una carrera en México destacó que ser mamá o papá saca lo mejor y lo peor de una persona.
Me refiero a que te empiezas a conocer en lugares bien extraños, tanto luminosos como en los que pierdes la paciencia; el conocer el amor incondicional y reconocer la felicidad, pero también decir ‘ya no puedo más’, la desesperanza y al cansancio. Definitivamente te vuelves una persona mucho más compleja y más interesante cuando eres mamá o papá”, dijo.
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Para Layevska, la descripción de la maternidad es como la ramificación de un árbol.
Tener hijos es como si te creciera una extensión a tu cuerpo, así lo siento yo. Es como si tuvieras un organismo más y lo tienes que cuidar, es parte de ti y lo amas y necesitas terriblemente. Gracias a ti ese organismo vive, porque es una parte más de ti y de tu cuerpo. Lo cuidas, lo alimentas, lo educas y lo sacas adelante, hasta que deja de ser tuyo. Eso implica muchas cosas: Dar lo mejor de ti, bueno y malo.
Los hijos, cuando son chiquitos, dependen en gran parte de ti y lo que tú les enseñes y les des, en eso se convierten. Es superpoderoso. En mi percepción, la maternidad te convierte en una persona mucho más compleja, con más capas, mucho más profunda y amorosa”, compartió.
(Excelsior)