Héroe y leyenda; alistan estreno del documental ‘Rafa Márquez: El capitán’
El exdefensor cuenta en entrevista en qué momento se dio cuenta que su carrera profesional sirvió para tener todo el respeto del pueblo mexicano y qué camiseta del futbol europeo le faltó usar
Plantar a Rafa Márquez en la cancha era casi imposible, recuerdan algunos de sus excompañeros del FC Barcelona. Carles Puyol, zaguero también retirado y leyenda blaugrana, explica que, si fallaba, la seguridad de tener al mexicano defendiendo el arco de Víctor Valdés lo tranquilizaba.
El Káiser jamás temió meter la pierna, aunque la tarjeta roja lo castigara en momentos cruciales, como ante Estados Unidos en el Mundial 2002; las gambetas de Kaká (cuando era jugador del AC Milán) le preocupaban poco, lo mismo que la temible plantilla ofensiva de Los Galácticos en 2005, a la cual neutralizó para que el Barcelona los aniquilara 3-0 un par de veces consecutivas.
Anotaba de cabeza, tiro libre y volea cuando se sumaba al ataque desde que comenzó en Atlas, hasta que se mudó a Europa para jugar en Mónaco, Barcelona, Hellas Verona y hasta en el New York Red Bull de la MLS, sin olvidar su campeonato en el balompié mexicano con el León.
A propósito del estreno de Rafa Márquez: El capitán, documental disponible mañana en Netflix, Excélsior le cuestionó al actual timonel del Barcelona B si ha asimilado esa figura de héroe nacional que el realizador Carlos Armella sugiere a lo largo de la película, con ayuda de testimonios de sus excompañeros de equipos y figuras como Hugo Sánchez.
Y agradezco mucho a todos los que lo ven de esa forma, aunque yo veo esta oportunidad para dejar un legado a mi país. Ojalá que pueda ser ejemplo para jóvenes, adultos y aquellos que no me vieron jugar, que se adentren a mi trayectoria y la conozcan.
Obviamente cuando jugaba sentía una responsabilidad de ser el líder, el que tenía la exigencia de jugar a altos niveles, pero no me daba miedo de equivocarme, porque muchas veces erré. Sin embargo, la humildad de reconocerlo queda reflejada en el documental, que es una parte importante que me interesaba compartir”, dijo vía Zoom.
El docu comienza explicando la vida de su padre, don Rafael Márquez Esqueda, los primeros pasos de su vástago en Zamora, Michoacán, hasta ser captado por Atlas y su consolidación con los rojinegros bajo el mando de Ricardo Antonio Lavolpe. Pasa por el sueño de emigrar a Mónaco y Barcelona, y su regreso a la MLS y la liga mexicana, donde se retira profesionalmente en 2018.
En cada una de las eras del Káiser, el realizador tocó momentos sensibles en la vida del defensor: la pérdida de su padre, su promesa de jugar en el Real Madrid, la distensión de ligamento en la rodilla izquierda que orilló su partida del Barça de Guardiola, el penal cometido a Arjen Robben y, lo más difícil en su vida personal, la presunta vinculación como prestanombres del narcotraficante Raúl Flores Hernández.
¿Recuperaste tu fe en el pueblo mexicano que, muy probablemente, puso en duda tu inocencia?, le cuestionamos, luego de ver un pasaje en el documental, que lo mostró como nunca antes lo habían visto los pamboleros.
Yo nunca desconfíe (de la gente), yo creo que ahí me di cuenta de lo que soy para otras personas, porque me reflejaron el apoyo y cariño a pesar de que me estaban investigando (el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y la PGR) y que la noticia fue una bomba.
Algunos quizá sí me crucificaron y lo creyeron; sin embargo, la mayoría no y eso me sorprendió. Y es ahí donde me di cuenta que e tienen cariño y respeto. Puedo nombrar muchos más ejemplos más allá del primer día que salí (a cenar a mi restaurante favorito en Guadalajara)”, compartió Rafa respecto a ese conmovedor relato plasmado en el filme.
Armella y el productor Pablo Cruz lograron un documental con una narrativa fugaz pero ejemplar de un héroe nacional, sobre todo en tiempos en los que este género cinematográfico se ha centrado en profundizar en los criminales y pasajes oscuros que han cimbrado la historia del país con asesinatos y situaciones de corrupción e impunidad.
Teníamos que entender su sensibilidad, porque es duro, determinado y fue firme cuando se plantó en el campo, pero el entorno le afecta. Conocer los episodios más difíciles de su vida ayudan a dimensionarlo y a conocerlo más. Me gusta el futbol y su carrera profesional la conocíamos, pero ¿quién es nuestro capitán fuera de la cancha?, ¿cuáles son sus puntos débiles? Y ¿cómo los superó?”, justificó el director al preguntar si, al menos en él, cambió la perspectiva de Rafa al conocer su vida personal.
En esos episodios trágicos caben otros dos importantes, que dejan anécdotas dignas de retomar. Primero, cuando el padre de Rafa cae enfermo, él recuerda algunas de sus últimas conversaciones y promesas: tenía que verlo jugar en el Real Madrid, uno de los equipos que ambos amaban por influencia y las glorias del Pentapichichi durante el periodo de 1985 a 1992.
Irónicamente, se convirtió en leyenda del acérrimo enemigo merengue: el culé. ¿Crees que el fan blaugrana se tomará a pecho tu cariño por el Madrid después de ver el documental?, le cuestionamos y antes de contestar, esbozó una sonrisa.
Está fuera de mis manos y todo mundo tiene derecho a opinar lo que sea, pero lo que hice con el Barcelona me parece que no deja duda de que di y sigo dando todo por el club. Soy un culé más, y por eso explico en el documental que éramos del Madrid por Hugo y él mismo ahora dice que, años después, muchos mexicanos se volvieron del Barça por mí”, precisó.
Armella no tiene claro si habrá segunda parte, porque varios de sus compañeros: Ronaldinho, Samuel Eto’o y Puyol lo ven como el futuro timonel de la selección mexicana. Márquez prefiere reservarse la respuesta a qué le depara su futuro en los banquillos, ya que por el momento está concentrado en los play-offs de la tercera división, cuyo juego de vuelta ante la UD Ibiza se jugará el sábado. Los culés ganan 2-1 en el global.
Entonces, ¿qué equipo sientes que faltó en tu carrera?
El AC Milán”, dice sin ninguna duda, “porque mi padre era fan del equipo en tiempos de Arrigo Sacchi, Ruud Gullit, Frank Rijkaard y Marco Van Basten. Tuve una oferta de la Juventus, pero me encapriché y también tenía la idea de bajar un poco más el nivel (por eso fui al New York Red Bulls)”, concluyó el técnico, de 45 años.