¿Quién cuida de la salud mental?; sin indicadores confiables, advierten

¿Quién cuida de la salud mental?; sin indicadores confiables, advierten

En 2023, las autoridades sanitarias reportaron que los transtornos alimenticios, depresión e intoxicación aguda por alcohol reportaron los casos más altos en México, lo que derivó en altos índices de intentos de suicidio.

Uno de los grandes problemas de salud pública, que está asociado directamente con las condiciones de violencia que se viven en prácticamente todos los espacios de la vida social es el de la precaria salud mental con que viven millones de personas, lo cual los coloca ya sea en una posición de vulnerabilidad y en altas probabilidades de convertirse en víctimas de la violencia, o bien, los predispone para asumir conductas de riesgo o de conflicto con la ley y las normas sociales, lo que los lleva a desarrollar conductas de agresión o de disrupción con el orden legal.

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Datos de miedo

Nuestro país carece de un sistema de indicadores confiables que permitan tener una dimensión clara del estado de la salud mental de las y los mexicanos. Sin embargo, hay datos indirectos que permiten tener una aproximación, como lo son las estadísticas de los Anuarios de Morbilidad de la Secretaría de Salud.

En estos documentos se registra que, en 2018 ocurrió la atención de 2 mil 942 personas por anorexia, bulimia y otros trastornos alimentarios, los cuales son signo de desórdenes de la personalidad. En el mismo año se registraron 121 mil 53 casos atendidos por depresión, así como 40 mil 904 casos por intoxicación aguda por alcohol.

Para 2020, en el mismo orden de los casos de atención en el sector salud por los padecimientos señalados, se registraron 3 mil 344, 126 mil 231 y 40 mil 021, respectivamente. Debe recordarse al respecto que, durante la pandemia, hubo una parálisis del sector salud y no se contaba con la totalidad de los servicios disponibles por lo que, sobre todo en 2020 y 2021 podría haber subregistros importantes.

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En efecto, las cifras para 2021 son de 3 mil 76 casos de desórdenes alimenticios, 105 mil 84 casos de depresión y 21 mil 264 casos de intoxicación aguda por alcohol.

Para 2022 se registraron nuevos repuntes en los datos: 5 mil 277 casos de desórdenes alimenticios, 133 mil 323 casos de depresión y 24 mil 692 casos de intoxicación aguda por alcohol.

Finalmente, para 2023, el último año para el que se dispone de datos, la Secretaría de Salud incorporó nuevos apartados de análisis que permiten tener un mejor acercamiento a la problemática de que se trata. Así, respecto de los trastornos alimenticios, se reportaron 4 mil 918 casos, también, 155 mil 798 casos de depresión, así como 25 mil 596 casos de intoxicación aguda por alcohol.

Las categorías que se incluyeron en el año señalado fueron: a) Autoenvenenamiento intencional por analgésicos no narcóticos, con mil 219 casos; b) Autoenvenenamiento intencional por sedantes, hipnóticos y psicotrópicos: 2 mil 318 casos; c) Intento de suicidio por diferentes métodos: 7 mil 789; d) lesión autoinfligida por saltar desde un lugar elevado: 104 casos: e) lesión autoinfligida por ahorcamiento o sofocación: 492 casos; f) lesión autoinfligida por disparo de arma corta: 112 casos; y, g) lesión autoinfligida por objeto cortante: mil 136 casos.

Si se suman todas las modalidades descritas, se tiene una cifra de 13 mil 170 intentos de suicidio por distintos métodos, lo que significa un promedio de 36 casos diarios, o bien, 1.5 intentos de suicidio cada hora.

Medido por tasas, el registro disponible para los desórdenes alimenticios es de 2.64 casos por cada 100 mil personas en 2018, y de 3.75 en 2023; con un pico máximo de 4.06 en 2022. Respecto de la depresión, se pasó de 99.73 casos por cada 100 mil personas en el año 2018, a 118.72 en 2023. (Información de Excélsior)

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