Editoriales tradicionales optan por lo ‘digital’; reducen impresión de textos
Un escritor y editor cancunense, señaló que las pequeñas editoriales independientes han podido sobrevivir a este tema.
Ante la gran desventaja que significa la era digital, en el rubro literario, editoriales tradicionales han visto reducida la impresión de textos y solo realizan tirajes de entre 100 a 500 libros cuando mucho, pero a cambio, ofrecen ya servicios para publicar en internet las obras de escritores.
Manuel Monroy Correa, escritor y editor, reconoció que muchos de los libros exitosos que publican grandes editoriales son plagiados, y subidos a páginas de internet, para que se puedan leer de forma gratuita, lo que afecta a estas empresas.
Sin embargo, las pequeñas editoriales independientes han podido sobrevivir a este tema.
“Los grandes grupos editoriales se ven afectados porque, si hay un libro que vende más de mil copias, lo piratean”, dijo.
Agregó que en el caso de las editoriales independientes, no corren ese peligro, porque solamente realizan tirajes breves, de 500 ejemplares, o hay escritores que publican solamente 100 ejemplares nada más.
También, estas editoriales son una gran oportunidad para jóvenes que están dando a conocer sus obras, las cuales, no son aceptadas en grandes empresas del rubro, indicó.
En redes sociales se puede observar diversos anuncios, dónde se promueven la impresion de textos, por ejemplo, 20 libros a tamaño media carta, con 100 páginas en blanco y negro, cuesta 130 pesos por unidad, pero si se piden 50 piezas, el costo sería de 95 pesos, y si es un centenar, el costo sería de 80 pesos por libro.
Pero además diversas páginas promueven concursos con atractivos premios económicos para escribir artículos sobre series y películas.
Por su parte, Emilio Calderón Abad, jefe de “librélula” editores, afirmó que los libros tradicionales aún están vigentes, sin embargo, las nuevas generaciones están acostumbradas al formato digital, por lo qué las editoriales han adecuado sus procesos a la modernidad para seguir publicando a las nuevas plumas.
“Algunos necesitan simplemente sus volúmenes porque los venden en sus conferencias, y otros piden formatos para publicar en internet o quieren tenerlo físicamente para obsequiar”, señaló.
Las editoriales tradicionales incrementaron sus servicios, pues ofrecen talleres de escritura, asesorías para publicación, o corrección profesional de textos, para complementar sus servicios.