Yesica Nery Plata, una campeona a golpes de esperanza
Es campeona minimosca del CMB y AMB, pero debe combinar sus entrenamientos, con el trabajo en un puesto de materias primas en el mercado de Jamaica.
Andando por el mercado de flores de Jamaica se llega al pasillo tres. Sólo existe un puesto de pan y enfrente uno de materias primas. Adentro, una campeona del mundo de boxeo atiende a los clientes.
Es Yesica Nery Plata, quien apenas en enero pasado emprendió una aventura por Canadá para vencer a Kim Clavel. En 2022 otra hazaña, ir por la argentina Yessica La Tuti Boop, quien tenía 13 años de reinado; a ambas les arrebató los campeonatos que ahora guarda en casa.
Mi familia es de la colonia Magdalena Mixiuhca. Desde pequeña estuve en el mercado de Jamaica; antes repartía comida y siempre fui movida, entonces trabajo no falta”.
En el boxeo ha logrado protagonismo golpe a golpe con la esperanza de cambiar el futuro, “sin embargo, en lo económico seguimos abajo. Cobro por pelea y como no tengo representante, debo esperar a que me programen y los sueldos no son iguales a los de los hombres”.
* Yesica Nery Plata recibe la ayuda de su padre y manager, Óscar, para entrenar.
De ahí que debe combinar su ajetreada rutina de deportista con la atención en el puesto de materias primas Carrasco. Limpia, atiende clientes, acomoda mercancia y cobra.
Empiezo al amanecer para salir a correr. De ahí entro al puesto de materias primas a las ocho de la mañana y salgo a las cuatro para irme a entrenar; por las noches estudio inglés”.
Aproximadamente le pagan 200 pesos diarios en el mercado a una mujer que tiene dos cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y que, literalmente, entrena en la calle.
Inicia su andar Yesica Nery Plata entre los puestos de flores, sale del mercado y camina casi un kilómetro pasando por indigentes, tiraderos de basura y los carros que no respetan el semáforo en rojo. Lleva en su mochila vendas y una muda de ropa.
Su padre, Óscar Nery, quien fue sparring de Marco Antonio Barrera, ha esculpido la obra de arte del boxeo femenino y busca inspirar a más niñas a las que no les cobra.
Llegan varios niños, pero cuando las niñas les pegan duro, se van, ellas le ponen más empeño”, cuenta mientras frente al portón de una primaria amarra una manguera como si fueran las cuerdas de un ring, “prefiero que estén en esta esquina conmigo, que drogándose en la esquina de enfrente”, remata su comentario con un suspiro.
Yesica comienza a hacer sombra, a su lado pasa el vendedor de tamales y algunos chicos en motocicletas, nadie percibe que hay una campeona ahí mismo.
No lo hago por fama, sino porque amo al boxeo. Mi mamá no está conmigo, pero desde el cielo estará orgullosa.A todos lados iba con la camiseta que llevaba mi foto”.
*En materias primas Carrasco debe atender a los clientes y acomodar las diferentes mercancías.
La madre de Yesica tuvo problemas de drogadicción, “era adicta al activo; la lleve al box para que se distrajera de no pensar en cómo andaba su mamá; le encantó desde el primer día que conoció a Marco Antonio Barrera, no se le despegó en toda la sesión de entrenamiento”, cuenta Óscar Nery.
Si se llegan a cerrar las puertas, Yesica Nery Plata las abre a golpes de esperanza. No importa la carencia, al final, el hambre es la mejor aliada de un boxeador, “te hace querer sobresalir, que no salir del sitio donde empezaste, por eso sigo aquí”, confiesa y manoplea con una niña de 12 años, a su lado, un perro da vueltas en el piso feliz.
Mi papá me lo ha inculcado. No es el lujo, sino las ganas. Siempre he entrenado al aire libre, nuestro ring es una manguera, los costales están rotos, igual algunos guantes”.
Y aun así, hizo historia al ser la primera mujer en el boxeo mexicano en unificar un campeonato. Cuando venció a Bopp y a Clavel, consiguió títulos de organismos diferentes, “mi meta es conseguir los cuatro campeonatos y hacer más historia”.