Exferrocarrileros aún aguardan su indemnización; les prometieron solución y no han cumplido
En 1999, trabajadores fueron obligados a firmar una liquidación injusta tras la privatización de los Ferrocarriles Nacionales de México, y aunque algunos ya han muerto, los que quedan todavía esperan un pago compensatorio justo
A casi un cuarto de siglo de la privatización de los Ferrocarriles Nacionales de México (FNM) —iniciada durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000)— exferrocarrileros del Istmo de Tehuantepec siguen esperando un pago compensatorio por los años trabajados en la paraestatal.
Los exferrocarrileros ven cómo se avecina un nuevo proyecto ferroviario en la región, en la precariedad, con una jubilación pírrica, en proporción a los años de servicio, e invisibles ante las nuevas generaciones, debido a su avanzada edad.
Durante la privatización a los ferrocarrileros nos obligaron a firmar una liquidación injusta, con apoyo del sindicato charro; en ese tiempo, 1999, al parecer éramos más de 100 mil trabajadores en diferentes áreas de FNM”, comentó, José Juan Correa Hernández, exferrocarrilero de Matías Romero.
Estación ferroviaria de Matías Romero. Vivió momentos de auge, las familias se trasladaban a Coatzacoalcos, Veracruz.
ACUSAN QUE PROGRAMA DE COMPENSACIÓN ESTÁ DETENIDO
Entrevistado por Excélsior, el también integrante de la Organización Social de Ferrocarrileros Demetrio Vallejo Martínez, Vive, manifestó su preocupación porque a menos de un año de que concluya el mandato del presidente, Andrés Manuel López Obrador, está detenido el Programa de Compensación Económica y Justicia Social, prometido por el mandatario.
Detalló que en su momento, los exferrocarrileros colaboraron con el gobierno federal para identificar a todos los afectados con el proceso de privatización, quienes eventualmente recibirán una compensación vitalicia.
Incluso, nos reunimos con el exsecretario de Gobernación Adán Augusto López, se valoraron dos tipos de pagos: una compensación vitalicia para los que fueron despedidos tras 20 años de servicio, y un pago único, para los de menor tiempo”.
José Juan (Matías Romero, Oaxaca, 1953) tuvo su primer empleo a los 16 años en FMN. Pasó por todos niveles del escalafón. Desde ayudante (mozo) hasta superintendente auxiliar, pasó por maquinista y operador.
Recorrió el país varias veces, con un expediente limpio, salvo un incidente menor que no pasó más allá de un susto, a los 25 años de trabajo, el trabajador de los rieles fue jubilado por la fuerza.
El Estado mexicano, cobijado por Víctor Flores Morales, eterno dirigente de los trabajadores ferrocarrileros, usó su fuerza para intimidarnos, nos trató como criminales hasta obligarnos a aceptar la jubilación más baja. Una noche negra”, resumió. Una jubilación que hoy día no supera los seis mil pesos mensuales.
Insistió que fue una arbitrariedad porque no contó con la opinión de miles trabajadores, y el sindicato ofreció su apoyo al patrón (gobierno) para fortalecer el transporte de carga. “Después, sabemos la historia, Zedillo pasó a ser asesor de las empresas estadunidenses, que se beneficiaron con la privatización”, agregó.
Seguidor de Demetrio Vallejo y de Valentín Campa, líderes históricos del movimiento ferrocarrilero, a finales de los años 50, Correa Hernández pugna por sus excompañeros, desde operativos hasta administrativos, que no alcanzaron la edad de la jubilación, se les incorpore al proceso de compensación, aunque éste que no termina de concretarse.
Hace 130 años llegó el primer tren a la estación ubicada en la capital de Oaxaca. Foto: Archivo Ferroviario de la Antigua Estación
No obstante, a casi 25 años de la jubilación forzada de miles de extrabajadores de FNM, han muerto decenas esperando lo que por derecho les correspondía.
En el proceso de elaboración del presente trabajo periodístico, debido a que la Organización Social de Ferrocarrileros Demetrio Vallejo Martínez, Vive, estuvo de luto al perder a dos activistas, adultos mayores fallecidos en espera del ajuste de la liquidación. Murieron sin ver su dinero.
Mientras haya vida, habrá esperanza. Los casi 300 exferrocarrileros oaxaqueños esperamos que la reactivación del tren transístmico y el centro ferroviario de Matías Romero traiga consigo el proceso de ajuste de jubilaciones, pago de liquidaciones o la pensión vitalicia”, concluyó Correa Hernández.