‘El teatro es el arte de la presencia’: Arcelia Ramírez
La actriz, quien protagoniza la obra Todos eran mis hijos en el Foro La Gruta, hizo un balance de sus más de 35 años de carrera
A más de 35 años de trayectoria, la actriz mexicana Arcelia Ramírez compartió que lo que busca para involucrarse en un proyecto de ficción es “la solidez y el poder de las historias, así como de los personajes en sí”. Eso fue lo que encontró en la obra Todos eran mis hijos, escrita por el dramaturgo estadunidense Arthur Miller y dirigida por el mexicano Diego del Río, que se presenta en temporada en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.
En este caso no había ningún cuestionamiento al respecto. Es Arthur Miller y es una obra monumental, que estamos explorando y buscando habitar, pero que es infinita, es casi un clásico, así que vamos con mucha modestia y humildad a entrar en este universo.
Por otro lado, lo que me seduce siempre de un proyecto es mi relación con mi director. En este caso, con Diego del Río tengo una colaboración muy hermosa, que empezó con la obra Buenas personas. Después hicimos Las tres hermanas, de Antón Chéjov, y ahora tuve el privilegio de que me hiciera esta propuesta, así que estoy contenta de construir a este personaje, la madre, de su mano, pues es uno de los directores jóvenes más talentosos de este país”, expresó Arcelia Ramírez en entrevista con Excélsior.
La actriz de 55 años, homenajeada con el Mayahuel de Plata al Cine Mexicano, reflexionó recientemente acerca de su carrera durante la presentación del libro Arcelia Ramírez, así es la vida, editado por el director Roberto Fiesco, bajo el sello editorial de la Universidad de Guadalajara, en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2023.
Fue desde que era una niña cuando Arcelia Ramírez conectó con la actuación, pero hasta que cursó la carrera de Ciencias Políticas en la UNAM y asistió a un taller en el CUT, el Centro Universitario de Teatro, fue cuando se enfiló en este camino. Hoy, su labor artística la ha llevado al teatro, el cine y la televisión.
Me sorprende lo afortunada que he sido como actriz, sobre todo en este país en donde el pastel es pequeño y hay tantas personas que quieren participar de él. Creo que lo que rescato de esa Arcelia que empezó, que entró al CUT y que tenía un deseo y una vocación de ser actriz, es la pasión, el compromiso y la seriedad con la que nos enseñaron a hacer nuestro trabajo.
Luego, ha habido una evolución, gracias a la continuidad que también agradezco profundamente. Ha habido un trabajo constante que me ha hecho crecer y aprender un montón de cosas. Los directores y directoras con quienes he trabajado, con ellos ha habido relaciones de muchísima complicidad.
He tenido la oportunidad de participar de manera muy activa e intensa en los proyectos. Han sido aventuras increíbles y los personajes que he hecho han sido muy poderosos, muchos de ellos, porque también hago actuaciones especiales, por supuesto, pero los personajes que cargan con el peso de las historias, han sido muy poderosos, así que ellos mismos han sido mis maestros, tanto profesional como personalmente.
Me siento profundamente agradecida con todo el camino. Estos reconocimientos llegan al final de una vida y yo siento que estoy a la mitad, entonces espero que siga habiendo la posibilidad de construir personajes y contar historias fuertes, que le digan muchas cosas a los espectadores, tanto en el cine, el teatro y la televisión”, afirmó.
Para la actriz, el cine es “una herramienta para entender quiénes somos, despejar las preguntas que tenemos y entender lo que está desarticulado”. ¿Qué significa el teatro para Arcelia Ramírez?
La cultura, en general, es una herramienta para saber quiénes somos y el teatro está también ahí, tiene también esta misión y se inserta en las herramientas culturales que nos permiten ser mejores personas, en ver quiénes somos. El teatro tiene todavía un poder extra que no tiene el cine, por ejemplo, que tiene que ver con la presencia.
El teatro es el arte de la presencia, de la comunión del espectador y el actor ahí en presente, en el aquí y ahora en que sucede la ficción. Ese acto tan emocionante, en el que te están contando una historia encarnada en el corazón y en la piel de los actores, como espectadores, es algo a lo que no podemos renunciar. Para mí el teatro es el formato más pleno para el actor”, enfatizó.
AMOR DE MADRE
En Todos eran mis hijos, Arcelia interpreta a la madre de una familia que busca dejar su pasado atrás, luego de dos años de una devastadora guerra, de un su hijo desaparecido, el mayor, y tras el juicio al padre, al ser acusado de venderle material dañado al ejército y causar la muerte de 21 pilotos.
Hago al personaje de la madre. Ésta es una de las obras más poderosas del teatro universal, pues es un precedente del realismo norteamericano. Arthur Miller la escribió en 1947, pero los dilemas éticos, morales y los conflictos familiares que aborda, así como toda la complejidad y humanidad de estos personajes, la hacen absolutamente vigente, justamente por su carácter universal.
Es una obra que tiene que ver con los desastres de la guerra, porque se sitúa a finales de la Segunda Guerra Mundial. En el mundo, las guerras existen, han existido siempre, y en este país no es que haya una guerra declarada, pero sí hay una dinámica de violencia y muchas mujeres que están esperando a sus hijos, un poco como mi personaje, que está a la espera de que su hijo regrese de la guerra. Hay muchísimos elementos con los que el público puede conectar e involucrarse.
Este personaje es como la madre de todos, es super complejo, porque sabe e intuye todo, pero tiene que tomar decisiones muy fuertes en pro de defender a su familia y este valor ante la sociedad del qué dirán, de su estatus social. Es una mujer que en aras del amor profundo por su familia, tiene que hacer ajustes muy violentos en su condición moral y ética”, señaló.
En uno de sus recientes proyectos, la película La civil, la actriz interpretó a una madre en busca de su hija desaparecida. Por tal trabajo ganó el Premio Canacine 2023 como Mejor actriz y fue nominada al Ariel. Es así que habló acerca de ambas historias y su acercamiento a ellas al también ser mamá.
En La civil, el combate de la mamá es con el afuera, con los demás. Es la búsqueda de justicia y de su hija con su propia mano. La mamá en esta obra tiene un combate con los que están adentro de su familia, con su hijo, con la prometida de su hijo desaparecido que viene a confrontar la verdad, es decir, es la batalla al interior de su núcleo familiar.
El hecho de ser mamá me ayuda a dimensionar el conflicto de mis personajes, mi condición de mamá me empata con ellos y puedo entender lo que significa para ella lo que está viviendo, pero creo que las actrices que no lo son, también pueden construir esto. Son personajes complejos, que juegan con distintas cartas a la vez y que operan en ellas estímulos de todo tipo, porque hay un super objetivo mayor que es defender a los suyos, a su familia, y conservar esta estructura”, concluyó.
DE LA OBRA
- Todos eran mis hijos
- Elenco: Arcelia Ramírez, Pepe Del Río, Ana Guzmán, Gonzalo de Esesarte, Fabiola Villalpando, Nicolás Pinto, Angélica Bauter, Evan Regueira y Eugenio Rubio.
- Lugar: Foro La Gruta en Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn.
- Funciones: Lunes y martes 20:00 horas.
- Costo: 310 pesos.
¿QUÉ OPINA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL?
La actriz destacó que la IA debe preocupar y ocupar a todos: “Es algo que nos desafía profundamente como personas, así como los teléfonos inteligentes de los que no nos dimos cuenta y que se van a quedar con nuestra inteligencia si no nos protegemos. Tenemos que prepararnos, estudiar, leer, tener ejercitada la mente, porque son dispositivos que nos condicionan. Hay una banalización generalizada. Estamos en la invasión a nuestra vida en todos los sentidos por esto. Paradójicamente nos deshumaniza. Tendríamos que conocer al monstruo que se avecina para usarlo a nuestro favor y no nos avasalle”.
Y la TV…
Para Arcelia Ramírez, quien también forma parte de la telenovela Vencer la culpa, de la productora Rosy Ocampo, habló del papel de la televisión en su trayectoria.
Llegó muy pronto la TV a mi vida profesional y me fogueó mucho. De frente al sol (1992) llegó casi cuando estaba egresando del CUT y fue muy curioso, porque en la escuela de teatro, las telenovelas y esta manera de producción, estaba un poco satanizado.
A mí me llegó una oferta tan atractiva, que la tomé con mucha audacia, con el apoyo también del teatro, porque también hacía la obra La noche de Hernán Cortés, con Luis de Tavira. Todos los actores me dijeron ‘no te preocupes, tienes que hacer esto y nosotros te vamos a desintoxicar de todos los vicios’.
Me dio mucha experiencia y aceitó mucho la máquina actoral y el público me abrazó y me demanda cada tanto regresar, así que eso hago, vuelvo y siempre es muy agradable”, dijo.