Tak’alik Ab’aj, la ciudad guatemalteca donde floreció la cultura maya, es Patrimonio Mundial

Tak’alik Ab’aj, la ciudad guatemalteca donde floreció la cultura maya, es Patrimonio Mundial

El centro arqueológico Tak’alik Ab’aj de Guatemala, símbolo de la transición de la cultura olmeca a la maya en México y Centroamérica, ingresó este lunes a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.

El centro arqueológico Tak’alik Ab’aj de Guatemala, símbolo de la transición de la cultura olmeca a la maya en México y Centroamérica, ingresó este lunes a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.

“Se acaba de inscribir en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco el Parque arqueológico nacional Tak’alik Ab’aj, en Guatemala”, anunció la agencia de la ONU luego de la decisión adoptada en Riad en la 45ª sesión del comité del patrimonio mundial.

El parque arqueológico está rodeado de estructuras, esculturas, plazas ceremoniales, espesa vegetación y cafetales en el municipio de El Asintal, unos 200 km por ruta al oeste de la capital, y tiene escrituras de las dos civilizaciones.

“Cuando se conocen y comienza a formarse la nueva cultura maya, el principal centro en ese momento era Tak’alik Ab’aj, entonces ahí nace. Por eso decimos Tak’alik Ab’aj el inicio de la cultura maya”, dijo a la AFP el ministro de Cultura guatemalteco, Felipe Aguilar.

“Eso lo hace único, lo hace universal”, resumió.

Tak’alik Ab’aj fue una ciudad comercial cosmopolita habitada en principio por olmecas (1.500 a.C. a 100 d.C.) y luego por mayas en el período preclásico medio (800 al 300 a.C), según la arqueóloga Christa Schieber.

Los olmecas, que regularmente eran nómades, desaparecieron, pero los mayas continuaron desarrollando su cultura en zonas de Guatemala, sur de México, El Salvador, Honduras y Belice.

El nombre original de la ciudad es un misterio, pero fue bautizada en 1965 como Tak’alik Ab’aj, que en idioma maya-k’iche’ significa “Piedra Parada”.

Abuelo rey

El parque encierra una variedad de piezas fundamentales de la transición entre las dos civilizaciones, entre las que destaca una escultura de piedra que comenzó a ser tallada en olmeca y finalizada con la incipiente escritura maya.

“Esta escultura que podríamos llamar una estela por la forma que tiene, la comienzan a tallar en olmeca y la dejan olvidada, [pero] la retoman y la terminen de esculpir en maya”, explicó el ministro.

“Tiene los dos elementos escultóricos, es único, es una pieza espectacular. Hay otra piedra y si uno se para un 21 de diciembre y levanta la mirada se ve el nacimiento del sol, es el primer avistamiento astronómico de la cultura maya”, precisó Aguilar.

Además, en el lugar vivió “el primer rey que tuvimos dentro de nuestra cultura maya, cuando ya se formó la cultura. El abuelo ‘K’utz Chman’ es el primer rey ahí está con todo su enterramiento”, dijo el ministro.

La sepultura del rey ‘K’utz Chman’, quien posiblemente fue el gobernante responsable de la transición, fue hallada en 2012 y será puesta en exhibición en noviembre cuando abra un museo del sitio.

Amanecer de una era

Tak’alik Ab’aj no es el único lugar en Guatemala con indicios de la transición olmeca-maya, pero sí el más desarrollado y excepcional.

El sitio abarca 650 hectáreas en las faldas de una cadena volcánica, donde existen 356 monumentos. En 133 de ellos hay seis formas distintas de escritura. Además, destacan las figuras zoomorfas.

Para Schieber, los bloques rectangulares de piedra y máscaras mortuorias con jade revelan un “excepcional” cambio en las costumbres olmecas, que venían en declive, hacia la naciente cultura maya.

La arqueóloga asegura que ese lugar vivió “el amanecer de la era maya […], después del fenecimiento de la cultura olmeca. Es como un laboratorio donde uno ve los cambios que se dan poco a poco”.

La ciudad estuvo ocupada durante 1.700 años (del 800 a.C. a 900 d.C.). Tras su abandono, fue descubierta en 1888.

En Guatemala también son Patrimonio Mundial la ciudad colonial de Antigua, las ruinas mayas de Tikal y Quiriguá, y la fiesta de Semana Santa.

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