Thomas Greg & Sons: Del fraude a las prácticas desleales
El mercado mexicano ha sido testigo de la irrupción de un nuevo jugador que ha ganado terreno de manera rápida y sorprendente en la industria de los medios de pago
En la última década, el mercado mexicano ha sido testigo de la irrupción de un nuevo jugador que ha ganado terreno de manera rápida y sorprendente en la industria de los medios de pago: Thomas Greg & Sons de México; sin embargo, detrás de su expansión, se esconden antecedentes criminales preocupantes y una serie de prácticas.
Los hermanos Fernando y Camilo Bautista Palacio, accionistas mayoritarios de Thomas Greg & Sons de México, son figuras envueltas en controversias, debido a que a pesar de encabezar una empresa que actualmente ostenta certificaciones de proveedores éticos, ambos fueron condenados en los Estados Unidos por su participación en uno de los fraudes financieros más grandes de la historia reciente.
A través de una estafa a 25 bancos norteamericanos, los Bautista Palacio desviaron más de 105 millones de dólares, un escándalo que sacudió al sistema financiero.
El nombre de la empresa misma está arraigado en su legado familiar. Thomas Greg & Sons es la herencia que los hermanos recibieron de su padre, Gregorio Bautista, quien fundó la empresa registrada en la isla de Guernsey, conocida por ser un paraíso fiscal británico. Este trasfondo oscuro de evasión fiscal y fraude es crucial para entender las estrategias que han seguido los hermanos Bautista Palacio para infiltrarse en mercados internacionales, aprovechando vacíos en la supervisión regulatoria.
La industria de los medios de pago, en particular las empresas que emiten y fabrican tarjetas de crédito y débito, están construidas sobre la base de una rigurosa supervisión ética, gigantes como VISA y Mastercard requieren que sus proveedores cumplan con estrictas certificaciones de integridad y honestidad. Estas certificaciones, que avalan la confiabilidad de las empresas, son clave para garantizar la seguridad y privacidad de los datos financieros de millones de socios.
Sin embargo, los hermanos Bautista han encontrado una manera de eludir estos controles. Aprovechando su capital, buscan empresas que ya poseen las certificaciones necesarias, pero que atraviesan dificultades financieras. Una vez identificadas, adquieren la mayoría accionaria, logrando entrar al mercado con una imagen de integridad prestada y manteniendo sus antecedentes criminales ocultos tras la fachada de estas compañías previamente certificadas.
Este es precisamente el caso de Litho Formas, SA de CV, una empresa mexicana que ya contaba con todas las certificaciones necesarias para ser proveedor de instituciones financieras. A través de su adquisición, Thomas Greg & Sons de México no solo accedió al mercado, sino que lo hizo con una reputación “limpia”, validada por certificaciones que no habrían obtenido por medios propios.
Además de su cuestionable historial criminal, Thomas Greg & Sons de México ha implementado prácticas comerciales agresivas y desleales. Un ejemplo particularmente revelador fue durante la pandemia de COVID-19, entre 2020 y 2023, cuando la industria de los semiconductores —un insumo esencial para la fabricación de tarjetas bancarias— sufrió un incremento global en sus precios de hasta un 100%. Mientras todos los actores del mercado aumentaban sus precios debido a esta crisis de suministros, Thomas Greg & Sons de México ofreció sus productos a un 50% por debajo de los precios establecidos.
Este comportamiento anticompetitivo, basado en vender por debajo del costo de los insumos, no solo afectó a los competidores, sino que plantea serias dudas sobre la sostenibilidad y las verdaderas intenciones detrás de estas estrategias. Además, la empresa, al estar tan estrechamente ligada a la emisión de tarjetas bancarias, tiene acceso a información crítica y sensible de millones de tarjetahabientes, lo que añade una capa de riesgo para las instituciones bancarias.
La gravedad de este escenario es evidente. Empresas como VISA y Mastercard, al igual que las instituciones financieras que confían en las certificaciones de sus proveedores, deben reevaluar sus mecanismos de control y supervisión. El hecho de que individuos con antecedentes criminales tan graves como los hermanos Bautista Palacios puedan infiltrarse en el sistema financiero internacional utilizando estrategias de adquisición plantea diversas preguntas que deberán generar inquietud en todos aquellos que revisan los controles y supervisión para entregar las certificaciones.
El acceso que Thomas Greg & Sons de México tiene a los datos privados de millones de usuarios, combinado con su historial de fraude financiero, debería encender alarmas. Las entidades certificadoras y los órganos reguladores deben prestar más atención a las actividades de esta empresa, ya que el riesgo no solo recae en sus competidores, sino también en las instituciones bancarias, empresas y tarjetahabientes.
Los antecedentes criminales de hermanos Fernando y Camilo Bautista Palacio, junto con las prácticas desleales de Thomas Greg & Sons de México, son un peligro latente para la estabilidad del mercado de medios de pago en México, lo subraya la necesidad de una supervisión más estricta y de mecanismos de certificación más robustos que no puedan ser fácilmente eludidos por aquellos con oscuros pasados. (Información de Excélsior)