¿Dónde se grabó Pedro Páramo, la adaptación de Netflix del libro de Juan Rulfo?
La tercera adaptación cinematográfica de Pedro Páramo, dirigida por Rodrigo Prieto, lleva a la pantalla la icónica novela de Juan Rulfo con escenarios cautivadores de San Luis Potosí, México.
La nueva adaptación de Pedro Páramo, el clásico de la literatura mexicana escrito por Juan Rulfo, ha atraído una gran expectación, especialmente por los cautivadores paisajes donde fue filmada.
Esta tercera versión cinematográfica, a cargo del guionista Mateo Gil, encontró su “Comala” en el estado de San Luis Potosí, México. La elección de esta región no fue casual, ya que sus ex haciendas y su arquitectura histórica evocan a la perfección la atmósfera de la novela, permitiendo recrear el ambiente místico y sombrío de la historia de Rulfo.
San Luis Potosí: El Comala de Pedro Páramo
Entre los lugares más destacados de la filmación se encuentran las haciendas de Bledos y Carranco, las cuales lograron capturar la esencia del mundo decadente y fantasmal de Comala.
La Hacienda de Bledos, en particular, se convirtió en uno de los ejes centrales de la producción. Ubicada en el municipio de Villa de Reyes, esta hacienda data de la época colonial y representa una de las estructuras más importantes de San Luis Potosí, con una iglesia que conserva uno de los pocos retablos barrocos que han perdurado desde esos tiempos.
Su arquitectura y entorno natural han sobrevivido al paso del tiempo, convirtiéndola en un sitio ideal para representar el ambiente lúgubre de Comala.
La historia y legado de las haciendas
La historia de Villa de Reyes, donde se localiza la Hacienda de Bledos, es rica en detalles históricos. Este municipio cuenta con ocho ex haciendas, entre las cuales destacan Laguna de San Vicente, Jesús María, Pardo, Gogorrón, Calderón, La Ventilla y Carranco.
Estas estructuras antiguas fueron en su momento centros de actividad económica y social, pero ahora evocan un pasado perdido, un escenario que resonó profundamente con la estética buscada para Pedro Páramo.
Bledos, en particular, cuenta con vastos campos de cultivo, arroyos permanentes y un manantial llamado “La Ciénega de los Bledos,” que nutre la zona y da vida a su entorno rural.
Este manantial ha sido fundamental para la subsistencia de la región y sus habitantes, y en el contexto de la película, ayuda a situar la historia en un lugar tan místico como remoto, justo como el Comala que Rulfo describió en su obra.
La historia territorial de Bledos es igualmente fascinante. Se sabe que en 1596, Francisco Cárdenas, uno de los primeros pobladores, recibió una merced que incluía tierras y un sitio de ganado.
Este dato añade una capa de historia al lugar, ya que se sabe que esta región fue disputada por los chichimecas, quienes fueron derrotados en Bledos por el cacique de Jilotepec, Diego de Tapia.
Esta rica herencia cultural y territorial de Villa de Reyes es parte del atractivo de la zona, ya que dota de profundidad y autenticidad al escenario.
La Hacienda de Carranco también fue utilizada para dar vida a la historia. Aunque no se detalla tanto como la Hacienda de Bledos, Carranco es igualmente significativa dentro del municipio de Villa de Reyes y complementa la atmósfera árida y desolada que predomina en la novela de Rulfo.
Conexión entre cine, historia y literatura
Este rodaje en San Luis Potosí ha puesto en el mapa a una región que, aunque no tan conocida turísticamente, posee una belleza y un misticismo únicos.
La filmación de Pedro Páramo en estos parajes muestra cómo el cine puede conectar la historia y la literatura mexicana con el presente, utilizando escenarios que, como Comala, parecen haberse detenido en el tiempo, listos para ser descubiertos por nuevas generaciones. (Información de Excélsior)