“Fracasamos en defender a Trump”; mea culpa de directora del servicio secreto
Kimberly Cheatle compareció ayer ante la Cámara de Representantes para rendir cuentas sobre el actuar de la agencia en el atentado del 13 de julio contra el republicano
WASHINGTON.- La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, reconoció ayer que la agencia fracasó en su misión de evitar el intento de asesinato del expresidente y candidato republicano Donald Trump.
“Fracasamos”, declaró Cheatle en su comparecencia ante el Comité de Supervisión y Responsabilidades de la Cámara de Representantes.
“Como directora del Servicio Secreto de Estados Unidos asumo toda la responsabilidad por cualquier fallo en la seguridad”, agregó.
Cheatle señaló que el intento de asesinato del 13 de julio contra Trump, quien resultó levemente herido en la oreja derecha, fue el peor error en seguridad.
“La más significativa falla operativa del Servicio Secreto en décadas, claramente ocurrió un error y haremos todos los esfuerzos para asegurarnos de que esto no pase de nuevo”, afirmó.
Sin embargo, descartó dejar el cargo para el que la designó el presidente Joe Biden en 2022.
El atacante de 20 años, Thomas Matthew Crooks, disparó contra Trump con un rifle tipo AR minutos después de que el actual candidato presidencial comenzó un discurso durante un mitin en Butler, Pensilvania.
Crooks fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto 26 segundos después de que disparara ocho veces.
La investigación determinó que el agresor, quien vivía a 80 kilómetros de Butler, actuó solo y no ha identificado ninguna motivación ideológica o política que llevara al atentado.
“Esta tragedia se podía prevenir. A mi entender, la directora Cheatle debe renunciar”, declaró el presidente republicano del Comité, James Comer, al iniciar la audiencia.
La directora de la agencia declinó responder preguntas específicas de los congresistas sobre el ataque, argumentando que todavía son objeto de múltiples investigaciones en curso.
“Puedo hablarles en términos generales”, dijo Cheatle.
Lo que provocó indignación en el comité.
“Hubo equipos que fueron enviados para identificar e interrogar a ese individuo”, afirmó.
Pero no lograron localizarlo antes de que abrió fuego, admitió la agente.
El exmédico de Trump dijo el fin de semana que la herida de dos centímetros en la oreja derecha del exmantatario, causada por el disparo, comenzó a sanar.
Ronny Jackson, exmédico de la Casa Blanca y ahora un congresista de extrema derecha de Texas, detalló que la bala estuvo a seis milímetros de entrar en la cabeza e impactó en la parte superior de su oreja derecha.
Cheatle se desempeñó como agente del Servicio Secreto por 27 años antes de salir del cargo en 2021 para asumir como jefa de seguridad de la empresa PepsiCo en Norteamérica.
A pesar de la comparecencia, las investigaciones sobre el atentado de hace diez días se mantienen en curso y está pendiente conocer las conclusiones.
Cadena de omisiones
- El Servicio Secreto era responsable de defender al candidato republicano Donald Trump.
- El día del atentado hubo diversas fallas en la seguridad.
- El equipo de campaña de Trump solicitó dos veces medidas de seguridad adicionales, que fueron negadas.
- Existía una amenaza de un complot iraní para matar al candidato, por lo que había seguridad extra, pese a todo el agresor pudo atacar.
- El joven de 20 años que disparó se encontraba fuera del rango de operación de los agentes.
- Antes del tiroteo, el Servicio Secreto fue alertado “de dos a cinco veces” de un individuo sospechoso” en el mitin.
- No fue inmediatamente clasificado como una “amenaza”.
