Mercenarios se rebelan al ejército ruso; paramilitares irrumpen en Rostov
El Grupo Wagner, que ha apoyado a Putin en la guerra contra Ucrania, acusó que el mando militar de Rusia bombardeó bases de mercenarios y mató a cientos de ellos
Los mercenarios que ayudaron a Putin en la guerra contra Ucrania ahora se sublevaron contra el mando militar ruso.
Combatientes del Grupo Wagner entraron ayer a la ciudad de Rostov, en el sur de Rusia, y cercaron edificios, entre ellos el Ministerio de Defensa.
Su líder, Yevgeny Prigozhin, afirmó que él y 25 mil hombres están “listos para morir”, para “liberar al pueblo ruso” del mando militar de Moscú, contra el cual se rebeló.
En marzo, Prigozhin denunció al Ministerio de Defensa de no proveer municiones para la guerra en Ucrania, lo que Rusia negó. Ayer, afirmó que militares rusos bombardearon sus bases en Ucrania, matando a cientos de mercenarios. Advirtió represalias y por la noche Wagner ingresó a Rostov.
Aquellos que destruyeron a nuestros muchachos, que destruyeron las vidas de miles de soldados rusos, serán castigados. Pido que nadie oponga resistencia y llamo al pueblo ruso a unírsenos”, dijo. Para Ricardo Ortiz Esquivel, columnista de Excélsior y egresado de la Universidad Estatal de Moscú Lomonosov, este “intento de golpe técnico de Estado es histórico, pues desde 1993 no se vivía una crisis como tal en Rusia”.
Luego de la entrada de mercenarios a Rostov, autoridades desplegaron tropas para blindar esa ciudad y Moscú. El gobernador de Rostov llamó a la población a “no salir de casa salvo por necesidad”.
Al cierre de esta edición, agentes de seguridad rusos habían ingresado a la sede del Grupo Wagner, en San Petersburgo.
MERCENARIOS SE SUBLEVAN CONTRA EL EJÉRCITO RUSO
En marzo pasado, cuando el líder del grupo paramilitar Wagner, Yevgeny Prigozhin, denunció al Ministerio de Defensa ruso por no proveer las municiones necesarias para que sus combatientes lucharan en Ucrania, el ejército ruso negó los señalamientos y cuestionó las capacidades de la empresa de seguridad privada.
Ayer, Prigozhin afirmó que militares rusos bombardearon sus bases en Ucrania, causando la muerte de cientos de sus mercenarios. Advirtió represalias y horas después sus mercenarios ingresaron a la ciudad rusa de Rostov, enfrentando un fuerte dispositivo militar.
Tras su denuncia, Prigozhin llamó en su cuenta de Telegram a “poner fin a la maldad de la cúpula militar rusa”.
Aquellos que destruyeron a nuestros muchachos, que destruyeron las vidas de miles de soldados rusos, serán castigados”.
Aseveró que él y 25 mil hombres están “listos para morir”, para “liberar al pueblo ruso” del mando militar de Moscú, contra el cual se declaró en rebelión.
Además, acusó al ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, de ordenar que se ocultaran dos mil cadáveres de combatientes de Wagner en un depósito del sur de Rusia.
Prigozhin es un líder mercenario que supo aprovechar el apoyo de armamento que le brindó el gobierno ruso y supo cómo ser más eficiente que el mismo gobierno ruso en el oriente ucraniano”, comentó Ricardo Ortiz Esquivel, columnista de Excélsior y egresado de la Universidad Estatal de Moscú Lomonosov.
Su intento de golpe técnico de Estado es histórico, pues desde 1993 no se vivía una crisis como tal en Rusia”, destacó.
Luego de la entrada de mercenarios a Rostov, autoridades rusas desplegaron tropas para blindar la ciudad y también la capital, Moscú. Además, medios locales reportaron el ingreso de soldados rusos a las oficinas del Grupo Wagner, en San Petersburgo.
Prigozhin, conocido como El chef de Putin, aseguró que su equipo tomó la sede del Ministerio de Defensa.
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció que “medidas antiterroristas” fueron adoptadas en la capital ante la rebelión del Grupo Wagner.
Prigozhin le pone sabor a la contraofensiva ucraniana que no ha levantado. Muchos lo subestimaron. Hoy vemos de lo que es capaz”, agregó Ortiz Esquivel.
El gobernador de Lipetsk, Igor Artamonov, anunció una reunión de emergencia con miembros del servicio de seguridad FSB, que abrió una investigación penal sobre los llamados a una “rebelión armada”.
Agentes de seguridad restringieron el acceso a la Plaza Roja, en el centro de Moscú, Rusia.
Ante la situación, el gobernador de Rostov, Vasíli Golubev, llamó a la población a “no salir de casa”.
El ejército ruso negó haber atacado al Grupo Wagner y calificó las acusaciones de “provocación”.
Los mensajes y videos difundidos en las redes sociales por Prigozhin sobre supuestos bombardeos del ministerio ruso de Defensa contra bases de retaguardia del grupo paramilitar Wagner no se corresponden con la realidad y son una provocación”, indicó Moscú.
El giro parece la mayor crisis interna a la que se ha enfrentado el presidente ruso, Vladimir Putin, desde que ordenó una invasión a gran escala de Ucrania, algo que denominó “operación militar especial”, en febrero del año pasado y que ha generado decenas de sanciones económicas por parte de la comunidad internacional.
Instamos a los (…) combatientes a no cometer errores irreparables, a detener cualquier acción de fuerza contra el pueblo ruso, a no cumplir las órdenes criminales y traidoras de Prigozhin, a tomar medidas para detenerlo”, advirtió el FSB.
DE ALIADOS A RIVALES EN SUELO PROPIO
Al ordenar la incursión militar a Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, tenía una carta fuerte: el grupo paramilitar Wagner.
El 24 de febrero se cumplió un año de la invasión rusa a Ucrania y, hasta ese momento, los mercenarios habían logrado capturar varias ciudades. Excélsior consignó las características de la empresa de seguridad privada.
Ese grupo y sus integrantes son denominados por su fundador como “La orquesta” y los “músicos”, respectivamente.
La estrategia que usan los “músicos”, que Estados Unidos calcula que son aproximadamente 50 mil, es de tortura. Así tomaron la ciudad de Bucha (recuperada después por las tropas ucranianas).
Prigozhin, que ayer prometió deponer a los mandos militares rusos, estuvo en prisión diez años, acusado de diversos delitos. Salió indultado en 1990.