Fiestas decembrinas, un peligro climático; concientizar sobre riesgos es clave
Altos consumos de combustible: gasolina, gas y electricidad, y generación de basura provocan residuos contaminantes, según expertos
Las fiestas decembrinas en México —incluido el 6 enero— son hechos de alto consumo energético; generan residuos y emisiones contaminantes con alto impacto en el ambiente y, además, abonan en el cambio climático, aseguraron especialistas.
El gasto de energía y combustibles crecen tan pronto se abre la temporada de las fiestas decembrinas. La iluminación se exacerba; las estufas, hornos, calentadores de agua y calefactores están prendidos varias horas; televisores o pantallas y otros aparatos electrónicos funcionan más tiempo, el tránsito vehicular se multiplica, lo que lo hace más caótico y, por ende, más contaminante de lo habitual.
Por vacaciones decembrinas, el tránsito vehicular en las ciudades, así como los viajes aéreos y por carretera de paseantes aumentan considerablemente y todo eso no es bueno para el ambiente, señaló en entrevista Gonzalo Monroy, especialista en energía.
La Comisión Federal de Electricidad informó que en este periodo el consumo de energía eléctrica sube entre 30 y 40%, lo cual se ve reflejado en el pago que se tiene que hacer por el recibo de luz. Esto como resultado del uso intensivo del encendido de las series que adornan los árboles de Navidad, así como la iluminación interior y exterior de los hogares.
En este sentido, Monroy destacó la conveniencia del uso responsable de las luces decorativas y la iluminación de los hogares, apagarlas cuando no se necesiten, además del beneficio que representa reemplazar las series y focos incandescentes tradicionales, por LED, ya que el ahorro energético supera 80%, sumado a una mayor seguridad y durabilidad.
Por ello, la CFE recomienda “adquirir luces y adornos que cumplan con la Norma Oficial Mexicana (NOM)”.
En cuanto a combustibles, Monroy apuntó que en esta temporada hay un incremento de alrededor de 16% de gasolinas, conocido como el pico navideño, que va de la primera semana de diciembre a la primera de enero, “la razón es que la gente se mueve todo el tiempo, se va de compras, a las posadas y cenas, a visitar a la familia, a los amigos, se va de vacaciones… todo esto aumenta no sólo el consumo de combustibles, sino también crecen las emisiones contaminantes, como los gases de efecto invernadero”.
En materia de transporte público, dijo, en esta temporada el Metro, por ejemplo, podría funcionar después de las 12 de la noche para mover a más gente de manera limpia y segura, pero debe hablarse de retirar los subsidios a la tarifa, aunque puede ser políticamente incorrecto.
En gas LP y natural, indicó, también se observa una subida, no sólo por el uso intensivo de estufas y hornos para la preparación de los alimentos, sino porque hay personas que acostumbran hervir agua para mantener calientes los hogares frente al frío y en algunos siguen quemando leña.
URGEN A CAMBIAR PATRÓN DE CONSUMO
Un problema en las metrópolis, como la Ciudad de México, indicó, es que no se ha abordado como debiera la quema de pirotecnia y toda la contaminación asociada que representa, aunque reconoce que no es fácil por la tradición arraigada: “Todos los 2 de enero amanecemos con mala calidad del aire y partículas suspendidas que dañan la salud”.
Además, añadió, la pirotecnia puede sustituirse con drones de última generación, pero “seguimos consumiendo de una forma bastante irracional”.
Para el experto en energía, tener una solución sostenible en la lucha contra la contaminación y la crisis climática “requiere urgentemente cambiar los patrones de consumo, pero es algo en lo cual no se ha avanzado lo suficiente… tenemos que estar pensando en soluciones integrales en muchas escalas para poder disminuir las emisiones contaminantes”.
La Base de datos de emisiones para la investigación atmosférica global (EDGAR, por sus siglas en inglés), un organismo global e independiente, el 3 de diciembre pasado actualizó a 2023 información sobre los principales países emisores de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático, entre ellos, México ocupó el lugar 12 a nivel global y el segundo en América Latina, detrás de Brasil.
La basura, por otro lado, también aumenta, producto de empaques, envolturas de regalos, desechables y plásticos de un solo uso, adornos inservibles, árboles artificiales que terminan en los vertederos, así como el desperdicio de comida, dijo Raúl Rodolfo Cobos, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Panamericana.
En la época navideña, señaló, los empaques y envolturas de los regalos generan basura, “crece, quizás más de 50% de lo convencional… eso es muchísima generación de residuos sólidos”.
La otra parte, agregó, se refiere a los árboles de Navidad, si bien los naturales pueden tener un mejor destino, como resiembra o elaboración de composta, muchos terminan en los tiraderos, donde generan gas metano, y los artificiales si se reutilizan durante muchos años reducen su impacto ambiental, pero cuando se desechan, tardan cientos de años en degradarse.
Señaló que en esta época de muchas reuniones se acostumbra no utilizar las vajillas, cubiertos y cristalería, “todo se compra desechable y, al final, termina la basura, teniendo un impacto al ambiente”.
El consumo de agua, dijo, también incrementa considerablemente, por ello hay que cuidar este recurso que “está escaseando más que nunca”.
El profesor de la UP indicó que el desperdicio de comida sube en este mes, que al descomponerse en los tiraderos contamina suelo y aire.
De acuerdo con la Red de Bancos de Alimentos de México, en nuestro país se desperdicia 40% de comida preparada para Navidad y Año Nuevo.
Además, datos del Programa para el Medio Ambiente de las Naciones Unidas indican que anualmente cada mexicano desperdicia 94 kilos de comida.
Monroy y Cobos coincidieron en recomendar hacer el esfuerzo de ser más conscientes sobre cómo se utilizan los recursos y tratar de disminuir el consumo energético, no sólo en esta temporada, sino en el día a día para tener una forma de vida más sustentable.
DETECTAN LARVAS EN 1,500 PINOS
De los 556 mil 449 árboles de Navidad importados de Estados Unidos que en esta temporada revisó de manera aleatoria la Profepa, sólo se detuvo un lote con mil 150 pinos.
El Programa de Verificación e Inspección a la Importación de Árboles de Navidad concluyó el 7 de diciembre en los puertos de Mexicali y Tijuana, Baja California; Nogales y San Luis Río Colorado, Sonora y Nuevo Laredo y Reynosa, en Tamaulipas.
El lote afectado espera el dictamen que emitirá el Laboratorio de Análisis y Referencia en Sanidad Forestal de Semarnat, que determinará si se trata de una plaga de importancia cuarentenaria. (Información de Excélsior)