Maltrato animal: se revela la correlación criminal
Estudios psicológicos y criminológicos relacionan la agresión animal con la violencia a humanos; exigir justicia, una responsabilidad.
Al leer esa noche la noticia de que un hombre había lanzado a Scooby, o Benito, a un cazo de aceite hirviendo, Liliana exclamó: “Me avergüenzo de ser un humano. ¿En serio a esto venimos a la Tierra? Reniego de mi calidad de persona. No merecemos estar aquí…”.
Y es verdad, el hombre no evoluciona. Y retrocede abruptamente en cada maltrato a esos seres vivos.
Estudios relacionan el maltrato animal con la violencia y el crimen. Hay una creciente evidencia en la investigación psicológica y criminológica que sugiere una correlación entre el maltrato animal y la violencia hacia los humanos.
Estos actos se han identificado como un marcador temprano de futura violencia y comportamiento criminal.
Si cada vida es un milagro, si la naturaleza, en su vasta diversidad ha creado seres fascinantes y maravillosos, entre ellos nuestras amadas mascotas que nos brindan consuelo son nuestras compañías silenciosas en los momentos de soledad, y ofrecen amor incondicional.
Los casos de Scooby y Huellitas son un grito desgarrador que resuena en nuestras conciencias, nos muestra la maldad que habita en el alma humana.
Sergio ‘N’, conocido por su carácter violento y la presión constante que ejercía sobre su comunidad en Tecámac, había sumido a sus vecinos en miedo perpetuo. Pero su escalada de terror alcanzó el punto más alto en un acto de crueldad incomprensible.
Roberto, un pequeño del barrio, compartía una conexión especial con su perro Scooby, un lazo inquebrantable forjado en el juego y el cariño mutuo, pero Sergio ‘N’ arrojó a Scooby a un recipiente de aceite hirviendo, dejando al perro en agonía y a Roberto con una herida emocional.
Huellitas
Huauchinango, Puebla, se vio sacudido por una revelación. Una de sus habitantes, Vanessa ‘N’, estudiante de bachillerato, violentó a un ser indefenso.
Huellitas, un cachorro que Vanessa había adoptado, fue atado y asesinado con brutalidad. La magnitud de su crueldad se manifestó cuando publicó fotos de su crimen en redes sociales. Y el horror que sentían los conocidos de Vanessa al descubrir sus acciones se propagó rápidamente.
La confesión de Vanessa a sus compañeros, de que sufría de problemas mentales y estaba en tratamiento con un psicólogo, arrojó más preguntas sobre las circunstancias.
Cosas de la ley
Las leyes pueden parecer palabras en papel, pero deben ser más que eso. Deben ser un pacto, una promesa de protección, una garante de justicia. Nuestra responsabilidad es hacer de esa promesa una realidad. No podemos permanecer inmóviles, debemos convertir nuestra indignación en acción. Es nuestra obligación exigir justicia, educar para la empatía y el respeto hacia todas las formas de vida y garantizar que quienes causen daño sean castigados. De manera ejemplar.
Cada latido de sus corazones es un recordatorio del amor y la vida que se nos confía. Cada historia de crueldad es una llamada al cambio. Cada lágrima derramada es un voto por un mundo donde no exista más el maltrato animal.
Si hay algo de lo que no debemos avergonzarnos es de sentir y actuar por amor a todos los seres vivos. Si estamos en este mundo que no sea para ver cómo nuestros semejantes atormentan a esos seres vivos.
Falta de atención es de los casos más frecuentes
Los tipos más comunes de abuso hacia los animales en México incluyen la negligencia (falta de atención médica adecuada, alimento, agua o refugio), el abuso físico y la violencia extrema (tortura, mutilación, matanza). Muchos animales también sufren en situaciones de abandono.
Uno de estos casos ocurrió en Nezahualcóyotl, Estado de México recientemente, pues encadenada a la soledad bajo el sol abrasador, sin agua ni alimento, Akira, una perrita mestiza, soportó una tortura despiadada.
Cuando el alivio llegó en forma de rescate, los efectos del maltrato ya habían dejado su huella indeleble.
Akira ahora necesita cirugía para tratar las quemaduras en sus almohadillas, y daño en el riñón.
Desde junio de 2017, la Ley General de Vida Silvestre en México prohíbe el uso de animales salvajes en circos. En 2020, la Ciudad de México prohibió la venta de animales en mercados y tiendas de mascotas. Sin embargo, las leyes y su implementación varían en cada entidad.
Las sanciones por maltrato animal también varían. En la Ciudad de México, los actos de crueldad pueden ser castigados con multas y hasta con cuatro años de prisión. En otros estados, las penas son menores.
En 2018, 57% de los hogares en México tenían al menos una mascota. Sin embargo, en muchos casos, no reciben cuidado ni atención.
Maltrato animal, la chispa que detona violencia social
El maltrato a los animales es un comportamiento que no debe ser ignorado. A menudo, se presenta como un oscuro indicador de futuros comportamientos violentos y criminales, según la Asociación Americana de Psicología (APA).
La APA identifica la crueldad hacia los animales como uno de los elementos de una inquietante “tríada de la violencia”, que incluye también la enuresis a una edad avanzada y una obsesión con los incendios.
Los profesionales de la salud mental y las fuerzas del orden ven estos comportamientos como señales de alarma de posibles actos graves de violencia interpersonal en el futuro.
Asimismo, asesinos en serie notorios como Ted Bundy, David Berkowitz (conocido como “El Hijo de Sam”) y Jeffrey Dahmer, todos compartían una historia común: el maltrato animal durante su juventud.
Además, se ha documentado una correlación alarmante entre el maltrato animal y la violencia doméstica. Los agresores a menudo amenazan, dañan o matan a las mascotas como un medio para ejercer control y manipulación emocional sobre sus víctimas. Muchas personas, temerosas de abandonar a sus abusadores, a menudo citan su preocupación por el bienestar de sus mascotas como una barrera para escapar.
No todos los que maltratan a los animales se convertirán en personas violentas. Sin embargo, la crueldad hacia los animales es un fuerte indicador de potencial capacidad para la violencia y, como tal, merece ser tomado en serio. Este reconocimiento es esencial para ayudar a identificar y prevenir futuros actos de violencia y crimen en nuestra sociedad.